Si no tienes cuidado y meditas con gran intensidad buscando escapar de la realidad, puedes terminar atrapado en los cuartos de atrás, donde no hay nada excepto el hedor de la alfombra húmeda y vieja.
No tardaras en perder la cordura por el monocromático amarillo, el constante zumbido fuerte de las luces fluorescentes o los, aproximados, novecientos milliones de metros cuadrados de segmentos de habitaciones vacías dispuestos azarosamente.
Que Dios se apiade de tí si escuchas algo cerca de tí, porque lo más seguro es que eso te ha escuchado.
"Los cuartos traseros" es un laberinto prefabricado con cuartos usado para delimitar la realidad de lo que está más allá de esta. Aquellos que son algo psicóticos o están a punto de ver a través del velo de la realidad a veces terminan saliendo de esta y llegando a los cuartos traseros.
Los individuos que se encuentran en este lugar tienen la sensación de que los cuartos parecen de la década de los sesentas o setentas. Si bien las luces siempre están encendidas, no hay interruptores de apagado.
Muchas personas simplemente mueren de hambre intentando encontrar un escape, recurriendo a comerse la alfombra o la infraestructura. Hay personas que intentan buscar humedad en las paredes y construir una morada dentro de estas habitaciones creando camas hechas con alfombras con el fin de encontrar respiro de la perpetua luz fluorescente para poder dormir.
Para lograr escapar debes estar convencido de que este es el lugar donde debes estar, y sentirte como si te estuvieras desplazando a través de tu propia casa. Solo así tu vieja morada se materializará y estarás fuera de la simulación de los cuartos traseros.
Ciertas personas que escaparon de ahí sienten que, así y todo, siguen en el lugar, ya que han quedado permanente dañados al entender que la vida real no es más que otro cuarto. Muchos individuos acaban por quitarse la vida.
¿Qué harías tú si de repente la visión de la realidad que construiste desde que tuviste memoria es derrumbada de manera absoluta?
Ten cuidado ahí afuera…